Los cristales son formaciones naturales generadas abajo de la superficie terrestre.
Su constitución es la más homogénea dentro de los componentes de la naturaleza, pues son elementos sólidos con una estructura interior ordenada.
Gracias a esta cualidad, los cristales no solo son valorados como piedras preciosas, sino también se reconocen por su poder curativo a través de la cristaloterapia, o gemoterapia, una medicina alternativa y holística que contribuye a generar un equilibrio energético en el cuerpo y con ello, su sanación.
Los minerales, las piedras y las gemas son cristales que han tenido diversos usos a lo largo de la historia de la humanidad, como herramientas filosas o como ornamentos en joyería.
Pero también se le reconocen sus propiedades curativas.
Uno de los primeros estudios que aborda da manera sistemática sus propiedades lo encontramos en el libro «El Lapidario» de Alfonso X, El sabio, publicado en el siglo XIII, donde se recopilan las cualidades curativas de las diferentes gemas, valoradas desde entonces.
Las culturas orientales también recurren a su poder natural de curación, como ha ocurrido en China desde la antigüedad, cuando ya se utilizaban minerales para estimular la vibración energética. Incluso esto lo vemos en la actualidad en su medicina tradicional.
A continuación, daré más detalles de estas cualidades de los cristales.
Curar con cristales
Uno de los principios de la cristaloterapia considera que, al formar parte de nuestra composición química corporal, los minerales y las células de nuestro organismo reaccionan al electromagnetismo de los cristales y esto se transforma en energía curativa.
Por otro lado, contempla que todas sus propiedades físicas acumuladas, si tomamos en cuenta que algunas tardan millones de años en formarse, tranformarán positivamente nuestro organismo.
No olvidemos que la conformación de estos cristales involucra todo un proceso químico que fusiona sus elementos y genera gemas de colores brillantes, muchas de ellas de aspecto poliédrico definido, que incrementa su belleza y, por lo tanto, su valor.
De acuerdo con esta alternativa, esos colores también irradian diversas gamas de frecuencias en el campo magnético que pueden generar un equilibrio en el espectro del ser vivo que tengan cerca.
También los colores importan.

¿Cómo funciona la cristaloterapia?
Cada tipo de cristal tiene sus propias vibraciones energéticas y ninguno las transmite de la misma manera.
Por ello los especialistas deben conocer cómo manipularlas para conseguir la sanación y protección de la persona.
De manera general, la cristaloterapia consiste en colocar una piedra específica en un punto energético determinado del cuerpo para realizar así una limpieza y reactivación de energía.
Estos puntos coinciden con lo que en los antiguos Vedas, de las antiguas escrituras hindúes, se conoce como chakras, es decir, siete zonas específicas por donde fluye nuestra vibración vital, como el chakra raíz, el sacro, el plexo solar, el corazón, la garganta, el tercer ojo y la coronilla de la cabeza.
Otra manera de aplicar la cristaloterapia consiste en complementarla con la meditación, pues al alcanzar un alto grado de concentración, y relajarnos en el proceso, se maximiza la transmutación energética con la de los minerales.
En estos casos, durante la terapia, los cristales más utilizados son los cuarzos transparentes.
Además de las sesiones terapéuticas, quisiera comentar que también se pueden portar los cristales permanentemente a través de una joya artesanal, a manera de pulsera o collar, de acuerdo a las necesidades de cada persona.
Una piedra para cada necesidad
El uso terapéutico de los cristales dependerá de sus cualidades químicas y su vibración energética.
Entre los más reconocidos por sus propiedades curativas están:
- Cuarzo: Además de sanar, protegen y controlan la vibración energética, por su gran resistencia son usados en joyería, relojería y como amuletos.
Sus cualidades también varían de acuerdo a su color, por ejemplo, el cuarzo rosa libera las emociones contenidas, mientras que el cuarzo ahumado eleva la energía para abarcar los diferentes niveles de la persona. - Ágata: Asientan las energías y equilibran el estado físico y emocional. Armonizan así de manera positiva y negativa, por lo que funcionan para calmar el ánimo y reducir emociones como la ira.
- Amatista: Una piedra de bello color morado que alivia los dolores físicos, ayuda contra el insomnio y limpia el aura.
- Jade: Apreciada su por color particular, se valora desde tiempos ancestrales porque ayuda a relajar el sistema nervioso y armoniza las situaciones de estrés; además, se considera de buena fortuna.
- Obsidiana: Aunque no es un mineral como tal, se reconoce por ser una piedra protectora que absorbe las vibraciones negativas del entorno.
También revitaliza el espíritu y estimula el crecimiento para crear desde la autenticidad.
Clasificación según su forma
De acuerdo a la forma que tengan se clasifican de la siguiente manera:
- Punta: Los minerales que tienen esta forma conducen la energía, si apuntamos al exterior se canalizará el exceso energético del cuerpo, pero si apuntamos al interior este se recargará de vitalidad.
- Tabular: Con las caras del cristal planas y anchas, se recomiendan para meditar pues aclaran pensamientos y emociones.
- Geodas: Tienen forma de cueva y en su interior pueden contener pequeños microcristales de ágatas, ópalos, amatistas o cuarzos. Por esto, tienen una frecuencia interior que se mantiene vibrante y constante.
- Ovoide: Son ideales al iniciar un proceso creativo o también simbolizan la fertilidad.
- Rutilado: Son un tipo de cuarzo que contiene un mineral llamado rutilo que potencia la propiedad curativa del sol y genera una sensación de abundancia y prosperidad.

Al finalizar una sesión de cristaloterapia, las piedras pueden limpiarse al pasarlas por el humo de un incienso mientras se invoca su purificación, o bien, se dejan a la intemperie para que reciban la luz de la luna llena. Las alternativas para limpiarlas dependerá de su composición.
En este texto acabo de presentar una pequeña parte del vasto mundo de los cristales, un universo terrenal que ha sido explorado a lo largo de la historia de la humanidad, pero que en épocas recientes se ha minimizado en su aspecto terapéutico en pro de un pensamiento racional que desecha todo el conocimiento milenario que no cuadra con su lógica.
Si se desea acercarse de manera espiritual a la naturaleza, la gemoterapia es una gran opción.
Te recomiendo informarte para encontrar al terapeuta indicado que tendrá la piedra adecuada para tu necesidad y el tratamiento más conveniente.




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