fuerza interior

Somos seres de energía y nuestra fuerza interior está siempre latente.

Lograr que se active y se refuerce en momentos y circunstancias difíciles es posible, y hoy te explicaré cuáles son las claves para conseguirlo.

Todas con mayor o menor intensidad, hemos vivido momentos duros y quizá, sumergida en esa vivencia, te hayas dado cuenta de que aparece en ti una fuerza serena, que parece acompañarte, liberándote de la angustia y otorgándote confianza.

Es también posible que aunque en tu entorno y relaciones no suceda nada en especial, interiormente sientes que todo en ti se desmorona y que te quedas sin fuerzas, ni motivación para afrontar tu día a día.

Ambas son respuestas habituales y naturales, a hechos o momentos concretos de nuestra vida.

Diferente es el caso de tener que afrontar situaciones difíciles que se mantienen en el tiempo.

En estos casos la forma de resistir o sobrellevar estas vivencias será distinta en función de cómo es la persona.

La palabra Resiliencia, de la que posiblemente hayas oído hablar, designa otra de las cualidades que todos tenemos por el hecho de ser humanos.

Más o menos desarrollada, según nuestras trayectorias vitales.

La definición se relaciona con la capacidad de resistir y encontrar la paz a pesar de las adversidades que todos experimentamos en un momento u otro.

Boris Cyrulnik ha trabajado mucho en este ámbito y tiene varios libros en los que explica con claridad cuáles son las principales características de las personas resilientes. Es decir, las personas capaces de sobreponerse al dolor emocional y encontrar el equilibrio a pesar de sus circunstancias.

fuerza interior

Las personas resilientes cuentan con los siguientes puntos a su favor:

– Una correcta Autoestima.
Confianza, Optimismo y esperanza.
Autonomía e independencia.
Capacidad para soportar el estrés.
Son sociables y disfrutan de las relaciones.
– Conocen su amplio abanico de emociones.
– Son personas que ven soluciones ante los problemas y tienen una actitud positiva frente a los mismos.
– También saben estar en soledad y practican la autoindagación.

Estas son características deseables para todas nosotras, pero no siempre han podido ser potenciadas por nuestro entorno y condición.

Por ello es bueno conocerlas, sabiendo que el trabajarlas y el intentar potenciarlas nos acercará a una mayor capacidad de superación y resiliencia.

¿DE DÓNDE SURGE LA FUERZA INTERIOR?

Como ya te he mencionado al principio todas nacemos con un caudal personal de energía, nuestro contexto y circunstancias favorecen su desarrollo o, por el contrario, obstruyen su fluidez.

En otras palabras, tenemos una fuerza interior innata que se modulará en función de nuestras experiencias.

A pesar de ello existe y, es bueno que conozcas, la posibilidad de aprender a desarrollar dicha energía interna y a expresarla en el exterior.

Te recomiendo trabajar ciertos aspectos personales y llegar a ser consciente de los bloqueos que puedas tener, así como cuál es su origen.

En las tradiciones orientales se menciona el Chi o energía vital y se enseñan de forma natural y habitual técnicas para aumentarla y canalizarla.

Suele ser común en todas ellas el trabajar centrando esta energía en nuestro centro físico, a través de la visualización y de ciertos ejercicios que ayudan al desbloqueo.

fuerza interior


A nivel más mental, los consejos más sencillos para sentirnos llenas de energía son el no enfadarse con frecuencia, relativizar lo que nos sucede, confiando y sonriéndole a la vida.

TRANSFORMA TU VIDA, TRANSFORMANDO TU ACTITUD

Como has visto tu fuerza interior es cuestión de tener una actitud mental y de energía psicofísica determinada.

Ambas están íntimamente relacionadas.

Las personas que afrontan de forma positiva y resiliente las situaciones difíciles que han pasado, por ejemplo en la infancia, pueden llegar a adultos realizando labores dedicadas a ayudar a los demás.

Pueden vivir caminos formativos dirigidos a la psicología, la medicina, la asistencia social, la terapia… finalmente fórmulas para compartir sus aprendizajes personales que les han ayudado a valorar sus vidas y encontrar en las crisis una oportunidad.

Quienes saben lo que es el sufrimiento, han pasado por él y han autoindagado en sus recursos personales, tienen una tendencia inconsciente hacia al altruismo y la generosidad.

Lo cual les aporta felicidad y viven su vida con sentido y compromiso.

Podemos aprender de ellos/as abriendo nuestro corazón con generosidad hacia los demás.

Cuando sabemos dar y recibir desde esa energía, lograremos activar una actitud hacia el bienestar, combatiendo la soledad, las dificultades económicas y los miedos ante la incertidumbre.

fuerza interior

Por tanto, un nuevo consejo para mejorar tu fuerza interior es ver tu pasado como una fuente de información altamente valiosa.

Evita anclarte haciendo que tus experiencias te impidan avanzar, no te focalices en la queja, en los errores cometidos, en lo perdido…

Eso es lo que muchas personas hacen y les hace tener una actitud que acaba debilitando y llevando a la desgana.

Para transformar tu vida, si algo te molesta o te hace sentir mal, no pierdas energía, actúa para cambiarlo.

Las personas que se sienten fuertes frente a la vida no intentan impresionar a nadie, no tienen necesidad de aparentar.

No suelen actuar para demostrar nada a los demás, sino que son felices por sus propios logros.

Refuerzan constantemente su motivación, valorando lo más sencillo y viendo oportunidades desde la confianza y el sentirse acompañado y seguro.

Si en tu caso ves que tu fuerza interior es débil y no consigues que te acompañe en las circunstancias difíciles, es el momento de buscar ayuda.

Hay muchas personas que te pueden dar las herramientas y las claves para que el lograr tus metas, levantarte tras los fracasos y alcanzar el bienestar, sea posible y reconfortante para ti.

Confía en la terapeuta y el trabajo personal que sientes más afín a tu personalidad y momento vital.

Por último, son muchas las frases célebres que nos recuerdann y nos hacen reflexionar sobre la necesidad de tomar acción para activar nuestra fuerza interior, como por ejemplo:

“Cualquiera se puede ocultar. Hacer frente a las cosas, trabajar en ellas, eso es lo que te hace fuerte.” Sarah Dessen

O como dice un proverbio chino:

“No te quejes de la oscuridad, enciende una vela”.

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