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La pandemia por la COVID-19 nos ha llevado a la mayoría de nosotros a tener un encuentro con nosotros mismos y con nuestro cuerpo. Las ocupaciones de la vida cotidiana suelen absorber todo nuestro tiempo; el trabajo, la familia, las tareas del hogar y todas las responsabilidades, ocupan el espacio que deberíamos tener para ver dentro de nosotros y enfrentarnos a nuestros miedos, rencores, obstáculos. Cuando tenemos dolor de cabeza, tomamos una pastilla; si sentimos cansancio, buscamos algún estimulante como el café, por ejemplo; para dormir, aceites esenciales.

Cuando el COVID-19 nos ha obligado a quedarnos en casa, muchos de nosotros hemos sentido una angustia profunda y una ansiedad que nunca habíamos experimentado. Cuando lo entendemos como una necesidad de parar, sabremos aprovechar la situación para empezar un proceso de introspección. El momento actual nos brinda una verdadera oportunidad para aprender a escuchar a nuestro cuerpo; el vehículo que nos brinda la vida.

Al poner atención a nuestro propio ser podremos descubrir que la plenitud se trabaja. Hoy me gustaría compartir los beneficios de la introspección y el cómo identificar las señales que nuestro cuerpo nos envía.

Todos los días y a todas horas nuestro ser envía señales para que lo escuchemos; pocos de nosotros ponemos atención al lenguaje de la naturaleza y de nuestro interior. El universo, basto en sabiduría, nos dotó de herramientas que nos hacen la vida más fácil y, sin embargo, no las utilizamos.

Nuestro ser, en el plano físico utiliza la enfermedad como medio para comunicarnos sobre emociones que no hemos podido sanar. Toda dolencia tiene un significado emocional y es posible sanar y mejorar la sintomatología, si logramos realizar un trabajo interior de escucha, aceptación, respeto y amor por nosotros mismos, enfocando nuestra energía desde el interior.

Las enfermedades del cuerpo como señal de una emoción oculta

El organismo es lo que tenemos para experimentar la vida y aprender en el plano físico lecciones que nos ayuden a vivir en paz con nosotros mismos disfrutando de la plenitud. De ahí que quiera compartir mi experiencia y lo que he aprendido sobre las emociones y lo que algunos de los síntomas más comunes representan.

Escuchar el cuerpo cuando nos falta energía

Seguramente, durante el confinamiento hayamos sentido cansancio, una sensación de fatiga física y mental que nos cuesta justificar.
El significado desde el punto de vista emocional podría ser el siguiente:

– Nuestras energías están dispersas.

– Nos invaden sin control los miedos, inseguridades e inquietudes.

– No tenemos metas concretas ni conocemos nuestro valor.

– Tenemos la sensación de no merecer las buenas cosas de la vida.

– Pensamos mucho y nos cuesta tomar acción.

Para poder entender y transformar este agotamiento necesitamos hacer introspección y cambiar nuestros paradigmas y creencias. Sería adecuado crear un nuevo modelo mental y repetirnos a modo de afirmación «Me estimula la vida. Estoy lleno de energía y entusiasmo».

¿Qué nos indican las erupciones en la piel?

Las erupciones en la piel son muy comunes cuando sentimos ansiedad y estrés. Nuestro ser esencial nos comunica algo a través de nuestros órganos, la punta del iceberg es lo que vemos y sentimos, pero hay algo más, sobre lo que podemos indagar.

Nuestra piel nos podría estar mostrando:

– El miedo y la angustia.

– La sensación de sentirnos amenazados por algo externo.

– El sentirnos atacados y sin protección.

– El no tener sentido de pertenencia.

– Vivir un conflicto con los límites.

– El no procurarnos el suficiente amor, hacía nosotros mismos.

– El hecho de no aceptarnos tal como somos, pensando de forma negativa exigiéndonos demasiado.

Si durante el confinamiento o antes de él hemos tenido problemas dérmicos, te invito a que encuentres momentos de tranquilidad en los que puedas realizar un trabajo consciente de búsqueda interior. Creando una situación de autoconocimiento que te va a ayudar a gestionar tu vida de otra forma más beneficiosa para ti, y, en consecuencia, para los que te rodean.

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El vértigo y su significado emocional

El vértigo suele estar asociado a problemas con el oído medio y los senos paranasales; cuando esto nos sucede nuestro cuerpo comunica que tenemos situaciones sin resolver, veamos si te identificas con alguna de estas emociones:

– Nos sentimos al borde del precipicio y con miedo al futuro.

– Lo que vemos a nuestro alrededor no nos agrada, tenemos miedo.

– Nuestros pensamientos son dispersos.

– Sentimos que podemos perder lo que tenemos.

– No queremos avanzar ni asumir lo nuevo que la vida nos ofrece por miedo al futuro.

– El juicio de los demás pesa sobre nuestros hombros.

¿Qué tal la introspección? Para sanar el vértigo, es interesante que practiquemos un nuevo paradigma de pensamiento «Me siento centrado y en paz conmigo mismo, la vida es maravillosa en esencia».

Síndrome de ansiedad

Es un término muy utilizado en la actualidad. La ansiedad puede provocar sensación de taquicardia, dolores musculares, nerviosismo, sudoración náuseas, irritabilidad, entre otros síntomas. El organismo refleja un sinfín de emociones como:

– Sensación de limitaciones.

– Emociones que ahogan.

– Temor intenso sin motivo aparente.

– Preocupaciones constantes.

– Vivir en el pasado o en el futuro.

– Imaginar cosas que probablemente nuca pasarán.

– Ver señales que indican que algo malo va a suceder.

– No confiar en la capacidad que se tiene de enfrentar la vida.

– Desconfiar de la bondad del universo.

Si se tiene la sensación de pasar por un momento de ansiedad, siempre recomiendo en confiar en la capacidad de controlar la mente, centrarse en el aquí y en el ahora, además de visualizar el espacio. Un ejercicio recomendable es que tumbarse al suelo, solo eso. Recostarse en el suelo en posición fetal durante un minuto; el cambio de posición nos ayuda a gestionar los episodios de ansiedad. Ahora bien, según la gravedad, también es recomendable consultar con un profesional.

Nuestro organismo nos pide ser nosotros mismos, no utilizar máscaras, vivir el aquí y el ahora.

El nuevo modelo de pensamiento debería ser: «Me amo tal como soy, tomo decisiones con amor y el futuro me favorece».

Sin duda es el momento de escuchar a nuestro cuerpo, el confinamiento y la pandemia por la COVID-19 nos da la oportunidad de hacer introspección y sanar las heridas emocionales. Merecemos una vida llena de júbilo y abundancia. Siempre invito a poner atención a cada una de las enfermedades y dolencias que se tienen, enfrentar las emociones, disfrutar y vivir la vida sin anestesia. La única forma de lograr la felicidad es conociéndonos a nosotros mismos.

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Puedo asegurar que el confinamiento y todo lo que estamos viviendo puede traer cosas positivas a nuestra vida. No debemos dejar de creer en nosotros mismos, fijarnos en cada emoción que tengamos y cuidar de nuestro cuerpo.
Así, estoy segura de que podemos lograr ser felices y vivir en plenitud.

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