Origen de la Biodanza “OTRA MIRADA”

Rolando Toro Araneda, originario de Chile, creó un sistema o método llamado biodanza, relacionado con el movimiento humano.

Su vertiente terapéutica viene implícita, ya que se creó con base a la conciencia de uno mismo y del mundo (identidad) fusionándola con el todo (inconsciente personal y colectivo), con el objetivo de lograr la integración del ser humano.

Por su parte, Vitor Lemelle, discípulo de Rolando, acuñó los términos “Otra Mirada” en relación con una nueva corriente de biodanza. En ella es fundamental el análisis del movimiento, en el cual se refleja y expresa el momento vital de la persona.

En su práctica se proponen ejercicios que permiten vivir la experiencia y evocar conexiones con memorias del pasado, através de recuerdos motores, musicales, surgirán experiencias del inconsciente…Y con el acompañamiento del terapeuta, estas serán liberadas y asimiladas dando espacio a una persona renovada, más libre y disponible para vivir desde el amor.

Los que conocemos bien su práctica y fundamentos podemos afirmar que la biodanza es un sistema de integración humana, de renovación orgánica, de reeducación afectiva y de reaprendizaje de las funciones originarias de la vida.

biodanza

Biodanza e Integración humana

La integración es unión, vinculación, es todo lo contrario de disociación.

La práctica habitual de la biodanza propicia la integración de la mente con las emociones y el cuerpo físico, mediante la música y el movimiento.

– Se logra la unidad psicocorporal, favoreciendo la comunicación con uno mismo y con el mundo exterior.

– También trabajaremos la integración con el otro, restaurando el vínculo original con nuestra especie como totalidad biológica.

– Así cómo con el universo, integrando la unión entre el hombre y la naturaleza, reconociéndonos como parte de una totalidad mayor, el cosmos.

En la vertiente terapéutica de la biodanza, despertar esta conexión con la vida es uno de los principales objetivos. De hecho, la enfermedad deriva de la incapacidad de establecer esta conexión primordial.

Práctica en grupo

En la terapia de la biodanza “Otra Mirada” se practica induciendo vivencias integradoras a través de la música, el canto, el movimiento y situaciones de encuentro en el grupo.

El grupo es un factor clave en la biodanza. Un facilitador es el encargado de guiar la sesión terapéutica.

Cada persona tendrá la posibilidad de resolver los conflictos que pueda tener consigo mismo y con los demás.

Estos se suelen manifestar como neurosis así cómo disociaciones psicomotoras como pueden ser, posturas rígidas, desintegración…

Una sesión de Biodanza suele ser planificada siguiendo unas pautas determinadas para lograr el despertar de la conciencia de sí mismo, a partir de una cuidada y mimada cadena de ejercicios.

Ejercicios que invitan al practicante a entrar progresivamente en un estado de conexión y regresión para terminar posteriormente en esa misma conciencia de identidad.

Siguiendo las pautas de la música, el momento, el planteamiento del ejercicio, potenciaremos la vivencia del presente, dónde la entrega del practicante permite que la mente consciente y controladora no participe.

El baile permite la espontaneidad y resurge la fluidez del movimiento, gracias a la mencionada entrega como elección personal frente a la experiencia.

La biodanza no se puede practicar de forma individual, es realmente eficaz cuando se realiza en un grupo afectivamente integrado.
Se crean posibilidades de comunicación únicas al mismo tiempo que el grupo actúa como “continente afectivo”.

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Resonancia existencial propia de Biodanza “Otra Mirada”

Se le llama resonancia existencial a los significados que surgen en la sesión de biodanza, en relación con la existencia, con la vida.

Cada persona, al seguir las consignas de movimiento que el facilitador propone, los relaciona o interpreta en función de sus filtros internos y personales y es esta aportación la que hace que el movimiento se torne valioso.

Las experiencias que se viven en una sesión resuenen de forma individual y colectiva y nos acercan a nuestra manera de sentir en la vida.

La persona experimentada será capaz de leer el movimiento del practicante, obteniendo una información muy veraz que le permitirá dar pautas muy concretas.
Ayudando a que la persona se haga consciente de lo que le está bloqueando, permitiéndole evolucionar en este momento de su vida.


Beneficios terapéuticos de las sesiones regulares de Biodanza

Cuando la biodanza se practica de forma semanal se producen cambios a nivel neurofisiológico, ya que se está trabajando sobre el sistema límbico-hipotalámico.

La práctica regular permite y propicia la producción de neurotransmisores que influyen en las emociones, el pensamiento y la conducta del ser humano.

En la siguiente lista enumeraré los principales beneficios de la práctica habitual de biodanza:

  • Facilita la expresión espontánea de las emociones mejorando la calidad de vida afectiva.
  • Previene y disminuye el estrés (emocional y/o físico). 
  • Estimula la energía vital. 
  • Ayuda a superar depresión.
  • Despierta la capacidad de conexión a la vida. 
  • Fortalece la autoestima e identidad. 
  • Ayuda a superar fobias sociales y timidez.
  • Desarrolla la creatividad.
  • Cultiva la afectividad y relaciones humanas. 
  • Canaliza el dar y recibir afecto. 
  • Oportunidad de SER y CRECER desarrollando habilidades para la vida.
  • Activa la motivación para el cambio. 
  • Construcción de estilos de vida saludables. 

Estos beneficios y muchos otros, se van a ir integrando en nuestra vida cotidiana con la práctica regular de la biodanza.

Las personas que conozco y que la disfrutan, así como por mi propia experiencia, puedo afirmar que la vivencia y las sensaciones que surgen en las clases son realmente terapéuticas, liberadoras…quedando integradas y selladas por las memorias de todas las células del cuerpo.

A través de la biodanza podremos profundizar en nuestro movimiento, haciendo conscientes nuestros bloqueos, lo que no está siendo expresado, logrando habitar el presente, conectando con nuestra sensibilidad, vitalidad, sexualidad, creatividad, afectividad…

Como seres humanos vivimos con una necesidad de búsqueda de lo trascendente.
Es una gran oportunidad descubrir nuevas formas de expresión, que se conectan con la potencialidad que habita en nuestro interior, esperando a que le dirijamos la atención.

La biodanza puede recomponer las piezas internas para construir la unidad perdida logrando la armonía.

Si necesitas saber más sobre esta maravillosa práctica estaré encantada de hablar contigo en cuanto lo desees.

Somos seres de energía y nuestra fuerza interior está siempre latente.

Lograr que se active y se refuerce en momentos y circunstancias difíciles es posible, y hoy te explicaré cuáles son las claves para conseguirlo.

Todas con mayor o menor intensidad, hemos vivido momentos duros y quizá, sumergida en esa vivencia, te hayas dado cuenta de que aparece en ti una fuerza serena, que parece acompañarte, liberándote de la angustia y otorgándote confianza.

Es también posible que aunque en tu entorno y relaciones no suceda nada en especial, interiormente sientes que todo en ti se desmorona y que te quedas sin fuerzas, ni motivación para afrontar tu día a día.

Ambas son respuestas habituales y naturales, a hechos o momentos concretos de nuestra vida.

Diferente es el caso de tener que afrontar situaciones difíciles que se mantienen en el tiempo.

En estos casos la forma de resistir o sobrellevar estas vivencias será distinta en función de cómo es la persona.

La palabra Resiliencia, de la que posiblemente hayas oído hablar, designa otra de las cualidades que todos tenemos por el hecho de ser humanos.

Más o menos desarrollada, según nuestras trayectorias vitales.

La definición se relaciona con la capacidad de resistir y encontrar la paz a pesar de las adversidades que todos experimentamos en un momento u otro.

Boris Cyrulnik ha trabajado mucho en este ámbito y tiene varios libros en los que explica con claridad cuáles son las principales características de las personas resilientes. Es decir, las personas capaces de sobreponerse al dolor emocional y encontrar el equilibrio a pesar de sus circunstancias.

fuerza interior

Las personas resilientes cuentan con los siguientes puntos a su favor:

– Una correcta Autoestima.
Confianza, Optimismo y esperanza.
Autonomía e independencia.
Capacidad para soportar el estrés.
Son sociables y disfrutan de las relaciones.
– Conocen su amplio abanico de emociones.
– Son personas que ven soluciones ante los problemas y tienen una actitud positiva frente a los mismos.
– También saben estar en soledad y practican la autoindagación.

Estas son características deseables para todas nosotras, pero no siempre han podido ser potenciadas por nuestro entorno y condición.

Por ello es bueno conocerlas, sabiendo que el trabajarlas y el intentar potenciarlas nos acercará a una mayor capacidad de superación y resiliencia.

¿DE DÓNDE SURGE LA FUERZA INTERIOR?

Como ya te he mencionado al principio todas nacemos con un caudal personal de energía, nuestro contexto y circunstancias favorecen su desarrollo o, por el contrario, obstruyen su fluidez.

En otras palabras, tenemos una fuerza interior innata que se modulará en función de nuestras experiencias.

A pesar de ello existe y, es bueno que conozcas, la posibilidad de aprender a desarrollar dicha energía interna y a expresarla en el exterior.

Te recomiendo trabajar ciertos aspectos personales y llegar a ser consciente de los bloqueos que puedas tener, así como cuál es su origen.

En las tradiciones orientales se menciona el Chi o energía vital y se enseñan de forma natural y habitual técnicas para aumentarla y canalizarla.

Suele ser común en todas ellas el trabajar centrando esta energía en nuestro centro físico, a través de la visualización y de ciertos ejercicios que ayudan al desbloqueo.

fuerza interior


A nivel más mental, los consejos más sencillos para sentirnos llenas de energía son el no enfadarse con frecuencia, relativizar lo que nos sucede, confiando y sonriéndole a la vida.

TRANSFORMA TU VIDA, TRANSFORMANDO TU ACTITUD

Como has visto tu fuerza interior es cuestión de tener una actitud mental y de energía psicofísica determinada.

Ambas están íntimamente relacionadas.

Las personas que afrontan de forma positiva y resiliente las situaciones difíciles que han pasado, por ejemplo en la infancia, pueden llegar a adultos realizando labores dedicadas a ayudar a los demás.

Pueden vivir caminos formativos dirigidos a la psicología, la medicina, la asistencia social, la terapia… finalmente fórmulas para compartir sus aprendizajes personales que les han ayudado a valorar sus vidas y encontrar en las crisis una oportunidad.

Quienes saben lo que es el sufrimiento, han pasado por él y han autoindagado en sus recursos personales, tienen una tendencia inconsciente hacia al altruismo y la generosidad.

Lo cual les aporta felicidad y viven su vida con sentido y compromiso.

Podemos aprender de ellos/as abriendo nuestro corazón con generosidad hacia los demás.

Cuando sabemos dar y recibir desde esa energía, lograremos activar una actitud hacia el bienestar, combatiendo la soledad, las dificultades económicas y los miedos ante la incertidumbre.

fuerza interior

Por tanto, un nuevo consejo para mejorar tu fuerza interior es ver tu pasado como una fuente de información altamente valiosa.

Evita anclarte haciendo que tus experiencias te impidan avanzar, no te focalices en la queja, en los errores cometidos, en lo perdido…

Eso es lo que muchas personas hacen y les hace tener una actitud que acaba debilitando y llevando a la desgana.

Para transformar tu vida, si algo te molesta o te hace sentir mal, no pierdas energía, actúa para cambiarlo.

Las personas que se sienten fuertes frente a la vida no intentan impresionar a nadie, no tienen necesidad de aparentar.

No suelen actuar para demostrar nada a los demás, sino que son felices por sus propios logros.

Refuerzan constantemente su motivación, valorando lo más sencillo y viendo oportunidades desde la confianza y el sentirse acompañado y seguro.

Si en tu caso ves que tu fuerza interior es débil y no consigues que te acompañe en las circunstancias difíciles, es el momento de buscar ayuda.

Hay muchas personas que te pueden dar las herramientas y las claves para que el lograr tus metas, levantarte tras los fracasos y alcanzar el bienestar, sea posible y reconfortante para ti.

Confía en la terapeuta y el trabajo personal que sientes más afín a tu personalidad y momento vital.

Por último, son muchas las frases célebres que nos recuerdann y nos hacen reflexionar sobre la necesidad de tomar acción para activar nuestra fuerza interior, como por ejemplo:

“Cualquiera se puede ocultar. Hacer frente a las cosas, trabajar en ellas, eso es lo que te hace fuerte.” Sarah Dessen

O como dice un proverbio chino:

“No te quejes de la oscuridad, enciende una vela”.

Somos muchas las personas que hemos crecido junto a familias disfuncionales, o en las que se han vivido situaciones vitales negativas o de ausencias, y eso sin lugar a dudas sigue marcando nuestra vida.

Condicionando como adultos nuestra manera de relacionarnos y de interpretar la realidad.

Al vivir durante los primeros años en un entorno violento dónde los abusos pueden ser constantes, así como la manipulación psicológica, la falta de cariño y de armonía, como seres humanos atravesamos el trauma, y llegamos a nuestra mayoría de edad con serias consecuencias que es importante saber reconocer e interpretar, acompañados por un profesional que nos ayude a darles un nuevo sentido.

Siendo adultos con estas vivencias que nos hacen en ocasiones disfuncionales, tendemos a adaptarnos a las situaciones, resolviéndolas desde nuestra experiencia, y esto nos puede causar un auténtico agotamiento emocional.

Indicadores del trauma infantil en los adultos.

Podemos encontrar personas que manifiestan su herida infantil a través de la ansiedad, la depresión, la angustia, la sensación de abandono, la necesidad de complacer siempre a los demás, los trastornos del sueño, las fobias, la falta de autoestima…

Es innegable que las heridas emocionales dejan unas huellas difíciles de eliminar si no son reconocidas y tratadas, pueden ser el detonante de una infelicidad permanente que es necesario abordar.

carácter

Por ello, en este breve artículo te voy a explicar algunos de los mecanismos de defensa del carácter que se dan en lo concreto, de nuestro día a día:

  • Construir un “Yo” falso: cuando somos niños, todo nuestro afán es ser aceptados y queridos por las personas mayores que están a nuestro cargo.Si sentimos que no tenemos este amor tan deseado, procuramos crear formas adaptativas de complacer a los demás, escondiendo en ocasiones nuestra auténtica personalidad.Podemos llegar incluso a vivir nuestras relaciones creando un “personaje” que actúa siempre buscando este cariño que no llega de forma natural.
  • Bloqueo de las emociones: Si hemos vivido la infancia desde el sufrimiento y el desconsuelo, de adultos podemos bloquear nuestra estructura emocional.Encaramos la vida “escondiendo” todo lo que sentimos, con la carga que puede suponer esta actitud. Tenemos verdadero miedo de expresarnos por terror a ser castigados o sometidos.
  • No merezco ser amado: Esta es una afirmación que de forma inconsciente se repiten muchas personas con heridas emocionales infantiles.

    Las relaciones de estos adultos se ven marcadas por una forma equivocada de entender el amor, con el pensamiento erróneo de que amar es una forma de dominar, de someter al otro, sufriendo e, incluso, pagando un precio.

carácter

  • Vivir desde el victimismo: El niño y la niña que ha sufrido abusos se ha sentido del todo indefenso, sin recursos ni capacidad para afrontar dicha situación.Es normal que al ser adultos sigan viviendo sintiéndose y actuando como una víctima de todo y de todos.
     
  • Vivir sin entusiasmo ni alegría: Las personas sometidas en su infancia, pueden vivir marcadas por una huella profunda de melancolía, tristeza y angustia permanente, que esrecomendable y necesario trabajar con un terapeuta.
  • Perder la esperanza: A pesar de que hayan pasado los años y el sufrimiento haya podido quedar atrás en el tiempo, las emociones han sido tan intensas que el adulto puede llegar apensar que es imposible superarlo. Al abordar su pasado se activa de nuevo el miedo y la impotencia.
  • Repetir patrones infantiles: Uno de los ejemplos más claros lo podemos ver en las personas que suelen huir frente a cualquier situación que se interprete como una amenaza,aunque sea de forma inconsciente.

Y, por el contrario, pueden someterse sin darse cuenta, buscando relaciones de pareja de carácter tóxico o manipulador.

  • Falta de autoestima: Es una de las consecuencias más devastadoras de la herida infantil, la destrucción de la autoestima y de la valoración personal.Siendo adultos nos costará aceptar nuestros logros, sentirnos merecedores de lo bueno e incapaces de disfrutarlo.
  • No saber gestionar las emociones: Nuestra estructura psíquica ha sido dañada, por lo que nuestra gestión emocional se ha visto comprometida.Nos puede costar aceptar los cambios, somos poco felxibles e incapaces de poner límites en nuestras relaciones.

Consejos para trabajar y transformar nuestras heridas emocionales de la infancia.

Si te has reconocido en alguna de las anteriores formas citadas de vivir la realidad, te aconsejo que busques ayuda profesional con un terapeuta, que pueda acompañarte en un proceso transformador que te permitirá empezar una nueva etapa en tu vida.

Teniendo presente que hay solución.

Te aconsejo que inviertas tiempo en la autoindagación, aprendiendo a gestionar tu inteligencia emocional.

Manteniéndote enfocada en un solo objetivo a la vez, siendo consciente que resolver el trauma necesita acompañamiento, tiempo y constancia.

También es muy recomendable crear un diario personal e íntimo en el que puedas expresarte. Te servirá para darte cuenta de los avances, al mismo tiempo que te ayudará a enfocarte de nuevo cuando pierdas el rumbo.

Otro consejo que da muy buenos resultados, es el poder conversar con personas de tu entorno que vivieron de cerca tu etapa infantil, para que te den su visión sobre las vivencias que te han marcado. Puedes encontrar nuevas perspectivas y referencias que te pueden ayudar a relativizar y/o perdonar.

Por último, practica la gratitud, dedica un minuto, varias veces al día, para agradecer los aspectos positivos de tu vida, recordando lo bueno de cada una de las etapas vitales, haciendo un repaso consciente de las vivencias positivas que seguro podrás rescatar.

carácter

El camino en ocasiones puede hacerse difícil, sobre todo porque cuesta encontrar el origen y el sentido de alguno de nuestros comportamientos que limitan nuestras relaciones, nuestra comunicación o nuestro bienestar.

Aun así, todo esfuerzo será una gran inversión para nuestro futuro, plenitud y felicidad.

En ocasiones no damos demasiada importancia a nuestra etapa infantil, de la que nos quedan quizá recuerdos un poco distorsionados, sin embargo la infancia es un período de nuestras vidas muy importante, capaz de condicionar nuestra forma de ver el mundo, interpretar la realidad, de percibir las situaciones…

Hemos nacido en un contexto concreto, en una situación socioeconómica  y cultural determinada, en un familia con unas experiencias vitales únicas que van a forjar nuestro carácter y personalidad.

En este artículo quiero compartir contigo cómo las heridas emocionales de la infancia afectan a nuestro presente y pueden llegar a condicionar lo que nos queda por vivir.

Para empezar te quiero explicar que es una herida emocional.

Aunque puedas hacerte una idea te invito a que hagas un pequeño ejercicio… Intenta recordar un acontecimiento que te produzca una intensa emoción, ya sea dolor, soledad, tristeza, miedo…Si no tenemos la posibilidad de resolver esta emoción y la misma se va impregnando en nuestro interior, es cuando se crea una “herida emocional”.

Cuando somos pequeños nos faltan muchos recursos personales y el acompañamiento adecuado para, precisamente, poder resolver por nosotros mismos estas emociones, por ello la infancia es un momento vital en el que algunas de estas heridas se cronifican y nos acabamos acostumbrando a ellas sin darnos cuenta.

Es un hecho contrastable que todos tenemos heridas de nuestra infancia.

Nuestros padres seguro que se esforzaron en ofrecernos todo lo que consideraban bueno para nosotros, aun así muchas son las situaciones con las que nos tenemos que enfrentar sin estar preparados emocionalmente.

¿Cuál es el origen de las primeras heridas?

Se pueden producir tras sufrir eventos traumáticos como abusos, muerte de algún familiar directo, enfermedad… así cómo interpretaciones distorsionadas de la realidad que pueden llevar al niño o niña, por su inmadurez, a procesar el evento sin entenderlo, alojando la emoción a nivel inconsciente.

infancia

Con el paso del tiempo y el crecimiento natural, el número de heridas puede ir aumentando, así como la dimensión de las que ya tenemos instauradas. Al madurar lograremos sanar algunas de ellas, pero otras tienen tendencia a condicionar algunos de nuestros comportamientos, con los que conseguimos “evitar” el dolor que pueden desencadenar. 

Esta misma evitación se podría decir que es el mayor problema, ya que al negar la herida cada vez se hace más fuerte en nuestro interior y al no querer verla de frente no nos permitimos pedir ayuda para resolverla.

Síntomas que nos alertan de la existencia de una o varias heridas emocionales.

– Nivel elevado y mantenido de ansiedad (estado de alerta, palpitaciones, sudoración…)
– Depresión (sentimientos de tristeza o vacío, desmotivación, culpa…)
– Insomnio o sueño excesivo
– Relaciones conflictivas
– Miedo…

Existen 5 heridas emocionales de la infancia que podríamos considerar las más comunes.

Las cuales tienen un gran impacto en nuestro comportamiento ya adulto y sobre todo en la manera en la que nos relacionamos con otras personas.

– Herida de abandono

La persona se ha sentido abandonada cuando no se han cubierto sus necesidades afectivas. Las emociones que se asocian son la soledad, la desprotección y el miedo.

Cuando de adultos esta herida nos condiciona, solemos buscar el afecto que nos faltó en nuestras relaciones, pudiendo desarrollar ciertas dependencias emocionales con parejas, amistades o hijos.
También se dan comportamientos de desconexión y de excesiva protección evitando las relaciones más profundas para evitar el volver a ser abandonados.

– Herida del rechazo

Cuando no fueron respetadas nuestras opiniones, personalidad, vivencias…Genera una falsa idea inconsciente de que no somos dignos de ser amados ni de amar, llegando incluso a despreciarnos a nosotros mismos.

Sufriremos cuando alguien nos critica o no acepta nuestras ideas. Ya de adultos sentiremos la necesidad constante de aprobación y reconocimiento por parte de los demás.

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– Herida de la humillación

Esta herida se produce cuando recibimos muchas críticas y comentarios negativos en relación con nuestras capacidades, personalidad o forma de hacer las cosas.

Podemos llegar a sentirnos incapaces e inseguros.

Tendremos una autoestima frágil y vulnerable.
Por lo que nuestros comportamientos tenderán a anularnos o incluso ridiculizarnos a nosotros mismos por sentirnos inferiores o indignos.

– Herida de la traición

Se da cuando nos hemos sentido engañados por nuestros cuidadores. De forma puntual o constante, produce en nosotros sentimientos de desconfianza y soledad.

En la etapa adulta nos será muy difícil tener confianza en nuestras relaciones interpersonales y como mecanismo de compensación se tiende al control excesivo para evitar ser de nuevo traicionados.


– Herida de la injusticia

Puede abrirse esta herida cuando hemos recibido una educación autoritaria, en la que se nos han impuesto los puntos de vista de nuestros padres, sin tener en cuenta nuestras necesidades.

Lo que puede producir con el tiempo es cierta rigidez mental, siendo personas que emiten juicios de valor expresados como verdades absolutas.

Suelen ser obsesivos con el orden y el perfeccionismo.

¿Cómo se deberían sanar estas heridas?

Es importante no pensar que siempre hemos de estar condicionados por ellas, podemos afrontarlas y ser conscientes de ellas para transformarlas.

Si te has identificado con algo de lo que has leído en este post no dudes en buscar un terapeuta, que te acompañará en este proceso de autoconocimiento, trabajando conjuntamente para sanar tus heridas de la infancia.

El uso de la piedra de obsidiana se está popularizando cada vez más y más debido a los múltiples beneficios que otorga.

El huevo de obsidiana destaca dentro de las geometrías más importantes que se emplean en terapia.

Características del huevo de obsidiana

El huevo de obsidiana es un tipo de geometría muy especial en forma de ovoide.

Este se utiliza dentro de la vagina bajo un tiempo y condiciones específicos, para iniciar un proceso de sanación en el inconsciente celular.

Principalmente, actúa sobre el sacro y el cóccix, aunque sus beneficios se sentirán en todo el ser, desde el físico hasta el emocional.

Algunos de los beneficios que se pueden obtener de esta terapia son:

  • Absorbe las energías negativas que provienen de nosotros mismos y del entorno.
  • Libera la energía estancada en los chacras raíz y sacral. Lo anterior ayuda a armonizar los desequilibrios celulares y a disolver problemas a nivel físico, emocional y energético.
  • Ayuda a alinear el resto de los chacras y sus glándulas (incluyendo la pineal).
  • Ayuda a darle vitalidad al alma.
  • Elimina bloqueos energéticos y tensiones.
  • Encamina a la exploración de lo desconocido.
  • Estimula el crecimiento personal, pues permite profundizar en el autoconocimiento para conocernos realmente.

¿Cuál es el origen de la piedra de obsidiana?

La obsidiana se obtiene cuando la lava se cristaliza por rápido descenso de temperatura y presión.

Es de color negro y tiene altas cantidades de sílice y metales, entre ellos el hierro.

Es debido a sus características físicas y químicas que puede actuar como sanador del cuerpo físico y emocional.

Al contener material ferromagnético, puede influir en campo magnético de las células y fortalecerlas. Lo anterior siempre dependerá de las características de cada persona.

Además, tiene una polaridad neutra, lo que le permite equilibrar los extremos frío y calor, por ejemplo, las inflamaciones en el sistema físico.

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Campos magnéticos la obsidiana y su repercusión en el crecimiento personal

Los campos magnéticos de cualquier mineral, principalmente de la obsidiana, actúan al nivel atómico de los tejidos para reestructurarlos y disipan la energía cuando se encuentran cerca de nosotros.

Además, emiten dos tipos de frecuencia:

1. Infrarroja. Actúa en los planos densos, físico, emocional y energético.

2. Ultravioleta. Tiene una acción mucho más profunda, pues actúa sobre el plano cósmico, permitiendo acceder al plano espiritual para llegar a una transformación basada en la sabiduría interna del ser superior.

Por otro lado, tiene las siguientes ventajas dentro del organismo:

  • Incrementa la conductividad del sistema nervioso.
  • Incrementa la energía interna en la sangre y glándulas endocrinas,pues son más susceptibles al magnetismo.
  • Absorbe las energías de baja frecuencia en forma de emociones, como tristeza, enojo, ira,rencor o envidia o adherencias energéticas que pueden desencadenar enfermedades.

El proceso del huevo de obsidiana

En algunas ocasiones, es posible que tanto el cuerpo como la mente se encuentren adheridos a frecuencias bajas o emociones negativas que pueden llegar a la enfermedad. Durante el proceso del huevo de obsidiana, se busca la sanación y la limpieza de ambos, con el objetivo de llegar al bienestar y el crecimiento personal.

Dicho proceso también tiene una estrecha relación con el inconsciente femenino/masculino de la mujer, el cual se hace presente con mayor fuerza en las células de los órganos de reproducción, como el cuello uterino y la vagina, y en otros órganos donde se hagan presentes los síntomas de la dolencia.

Desvelando la sombra de lo femenino

En la mayoría de las ocasiones, el cuerpo y la mente manifiestan el resultado de emociones, frecuencias bajas y esquemas automáticos que han sido grabados en el subconsciente y que son parte de herencias familiares, sociales o vivencias pasadas.

La mayoría de ellas, producto de una sociedad patriarcal donde todo lo relacionado con la femineidad se ve anulado, despreciado y temido por todos.

obsidiana

Todos estos sentimientos llevan a la repetición de patrones en diferentes formas, desgaste de energía en actividades que no son importantes, acciones que nos autosabotean, a dañar nuestro propio cuerpo y crear vínculos emocionales que no son saludables.

A través del proceso de obsidiana, la convivencia entre hermanas y la guía del terapeuta calificado, se busca hacer consciencia de todo aquello que nos impide avanzar en el desarrollo personal, llegando así a la sombra de lo femenino.

Finalmente, se va formando una base mucho más madura, despierta y amorosa que sostiene a la verdadera conciencia que se va creando.

¿Quiénes pueden participar en el proceso?

La terapia del huevo de obsidiana está dirigida para todas aquellas mujeres en edad adulta que estén buscando sanación en todos los aspectos de su vida y sin importar su condición.

Además, puede ser de utilidad para aquellas que están buscando respuestas y soluciones a varios tipos de problema:

  • Sanación de la parte femenina y masculina.
  • Sanación del inconsciente.
  • Ayuda en la búsqueda de una nueva versión de sí misma y a tomar lasriendas de la vida.
  • Reconexión con el hombre para crear relaciones más sanas ysatisfactorias basadas en el respeto, amor y confianza.
  • Ayuda para romper patrones ancestrales.
  • Ayuda para aquellas mujeres que busquen compartir experienciasprofundas y sagradas en un espacio íntimo.
  • Reencontrar la conexión con el útero debido a emociones negativasfuertes, como la tristeza.
  • Desbloquear la barrera que impide una entrega plena al amor.
  • Evitar el autosabotaje para poder lograr planes y sueños a futuro.
  • Disfunción del aparato reproductor o durante los ciclos menstruales,tales como dolor intenso o periodos irregulares.
  • Ayuda a reconectar con el yo interno para conocerse mejor.
  • Despertar todo el potencial para desenvolverse con seguridad.

 

 

La sanación de todos los aspectos es algo que todos los seres humanos desean encontrar.
El proceso del huevo de obsidiana ayuda a las mujeres a encontrarse con su yo interior, a potencializar sus aptitudes y a desechar todas aquellas energías y bloqueos que, en muchas ocasiones, impiden alcanzar la felicidad.

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Soy Sonia Alonso y dirijo Espacio Esencial dónde vamos a realizar este proceso transformador, cuyos detalles te puedo explicar si lo deseas.

Van a participar un máximo de 13 mujeres y la comunicación entre todas va a ser continua, para que el avance de una, sea el de todas.

A través de la guía adecuada y mi supervisión cómo terapeuta de obsidiana formada en la escuela de Ana Silvia Serrano, podemos llevar a cabo un proceso exitoso donde los resultados y las mejoras serán transformadoras y definitivas.

Te invito a contactar, estaré encantada de conocerte y hablar contigo.

La sanación con obsidiana es un proceso ampliamente estudiado y probado, que trabaja tanto como tratamiento de limpieza como de crecimiento personal y sanación del cuerpo físico y el energético.

Este procedimiento consiste en la utilización de piedras de obsidiana con distintas figuras geométricas, cada una de las cuales tiene sus propias características y objetivos.

El trabajo con gemas, piedras y minerales aprovecha la gran capacidad de absorción energética que el cuerpo humano tiene para sanar tanto física, como espiritualmente.

El origen de la obsidiana

La obsidiana es una roca volcánica con propiedades muy peculiares. Está compuesta por roca ígnea y una gran cantidad de silicatos.

Debido a su composición química, no puede clasificarse como un mineral, sino como mineraloide.

Es fruto de la lava volcánica con un alto contenido en sílice (cuarzo) y su composición ferromagnética es capaz de actuar sobre el campo magnético humano, fortaleciéndolo y amplificándolo.

Usos de la obsidiana en la antigüedad

Existen vestigios de que la obsidiana se usaba como materia prima para la elaboración de utensilios, instrumentos de cirugía, cuchillos, puntas de lanza, espejos y objetos decorativos. Estos hallazgos han sido observados en la Antigua Roma, Etiopía, Egipto, México y en muchos sitios en Medio Oriente.

En América, se tienen pruebas arqueológicas de que los pueblos mesoamericanos empleaban ampliamente este material para la fabricación de joyas y armas.

Propiedades sanadoras de la obsidiana

Más allá de los usos que se le han dado a esta piedra, se ha descubierto que la obsidiana posee propiedades curativas. Esto se debe al alto contenido de material ferromagnético que se encuentra en su composición.

El ferromagnetismo presente en la roca de obsidiana ocasiona que podamos gozar de las siguientes propiedades sanadoras:

  • Es un material que posee altas cargas magnéticas. Esto permitirá alinear nuestras energías, especialmente en situaciones donde tengamos que exponernos a ambientes cargados con energías negativas.
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  • Es una piedra bipolar. Esto quiere decir que es altamente reactiva a frecuencias muy bajas y muy altas.
    Al oscilar a frecuencias bajas, es un excelente liberador de energías negativas asociadas a sentimientos malsanos acumulados en el subconsciente.
    Por su parte, su sensibilidad a las altas frecuencias permite la ascensión de la energía debido a su frecuencia ultravioleta.
    La alineación general de los chakras es esencial para la liberación de energías de baja densidad contenidas en el cuerpo.
  • Posee una capacidad de difusión elevada. Las características del tallado de tipo concoidal, en capas ovaladas, la hace capaz de absorber energías densas.
    También nos impulsa a crecer y genera una profunda curación del alma.

    La obsidiana es un material sumamente reactivo a las energías que se encuentren cerca de él.
    Por esta razón es que se recomienda ampliamente que no sea utilizado por cualquier persona.

    Deberá ser guiado mediante una atención personalizada por un terapeuta de obsidiana, ya que lo que se va a mover es la sombra de la persona que mora en el inconsciente y, sin supervisión, puede provocar que se somaticen las energías en forma de enfermedades y el trasfondo verdadero sea realmente la causa de las mismas.

    obsidiana

Generalidades del método de la maestra Serrano

El método de sanación de la maestra Ana Silvia Serrano se desarrolló después de 30 años de práctica en el uso de las propiedades de la obsidiana. Esta terapia usa formas predeterminadas que la roca de manera natural adquiere en su etapa de formación volcánica.

Forjadas por las altas temperaturas a las que la roca es sometida, pueden clasificarse en:

Geometrías de sanación:

  • Omi.
  • Ixtli.
  • Osiris.
  • Amón (específica para hombres)
  • Urantia.
  • Tezcatlipoca.

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Estas formas son conocidas también como geometrías terapéuticas básicas.
Aunque todas cumplen con la función de liberar las memorias negativas del cuerpo, su aplicación es distinta.

A continuación, te explicaré de manera detallada las misiones y el significado terapéutico que cada geometría tiene.

Significado y uso de las geometrías de sanación

obsidiana

Las seis geometrías terapéuticas básicas regulan energías de vibración.

Es labor del especialista el determinar qué geometrías usar, personalizando y acompañando a la persona en todo el proceso.

Analicemos entonces las aplicaciones de cada una de estas:

  1. Omi. Es la ombliguera de obsidiana. Trabaja a nivel físico-energético.
    Esta forma puede sintonizar el cuerpo físico con el sutil.
    Durante el tratamiento limpia y resguarda el centro energético de la persona.
    También ayuda a clarificar el pensamiento.
    .
  2. Ixtli. Es el disco de obsidiana que suele estar acompañado de un cristal de cuarzo.
    Ayuda en la sanación del dolor y la inflamación, a través de la movilización de la energía.
    Es una gran herramienta que podemos usar en la terapia como medicina preventiva.
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  3. Osiris. Esta es la geometría más común, el conocido huevo de obsidiana.
    Ayuda en la sanación de la energía femenina, es capaz de proyectar la sombra y puede recuperar dicha energía para sanar enfermedades como quistes, miomas, endometriosis, papiloma humano, entre otras.
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  4. Amón. Su forma es la de medio huevo de obsidiana.
    Trabaja concretamente a nivel físico-sexual.
    Es la geometría masculina, capaz de regenerar y sanar el drenaje vital y la energía sexual.
    Eleva la energía vital del hombre y trae a la consciencia la conexión de la energía sexual con su psique.
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  5.  Urantia. Es la obsidiana en forma de esfera. Su trabajo es concretamente a nivel energético-emocional.
    En la sanación con Urantia facilitamos la liberación de las memorias traumáticas que moran en el cuerpo emocional del ser.
    Transformando el sistema de creencias y reconectando con el amor del corazón.
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  6. Tezcatlipoca. Definida como el espejo de obsidiana.
    Trabaja con las memorias que moran en el inconsciente.
    Facilita la consulta de los registros akáshicos de la persona, desvelando el origen de conflictos en esta o en vidas pasadas.

La exposición constante a la acción magnética de estas geometrías ayuda a activar la energía corporal de la persona.

Mediante el tratamiento adecuado con la combinación apropiada de estas formas, podremos obtener beneficios en nuestros centros de energías, chakras y campos energéticos, psíquico, emocionales y mentales a través de las memorias guardadas en el cuerpo y en el inconsciente.

Al tener estos elementos alineados, el resultado es la erradicación de los males corporales o físicos que puedan aquejar a la persona.

Espiritualmente, lograremos revitalizar el alma, eliminar bloqueos energéticos y posibles tensiones.

Aspectos complementarios del método

Este método manipula cuatro aspectos o elementos primordiales, a saber:

  • La materia. La cual es nuestra energía propia.
  • El rito. Es el procedimiento de aplicación energética de estas geometrías.
  • El símbolo. Esta es la misión de cada geometría.
  • La forma física. Es la apariencia física que adopta cada geometría y el arquetipo que mora en la sombra inconsciente de la persona por la instauración del sistema patriarcal.El proceso de crecimiento personal y sanación con obsidiana es un método de liberación y sanación muy efectivo. Es recomendable probar esta opción, pues es de origen completamente natural..
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No es aconsejable la práctica del método si no es bajo la supervisión de un terapeuta de obsidiana formado en la escuela de Ana Silvia Serrano.

No emplea sustancias dañinas al cuerpo y sus resultados son profundos y eficaces. Contacta si necesitas más información, estaré encantada de resolver todas tus dudas.

Los cristales son formaciones naturales generadas abajo de la superficie terrestre.

Su constitución es la más homogénea dentro de los componentes de la naturaleza, pues son elementos sólidos con una estructura interior ordenada.

Gracias a esta cualidad, los cristales no solo son valorados como piedras preciosas, sino también se reconocen por su poder curativo a través de la cristaloterapia, o gemoterapia, una medicina alternativa y holística que contribuye a generar un equilibrio energético en el cuerpo y con ello, su sanación.

Los minerales, las piedras y las gemas son cristales que han tenido diversos usos a lo largo de la historia de la humanidad, como herramientas filosas o como ornamentos en joyería.

Pero también se le reconocen sus propiedades curativas.

Uno de los primeros estudios que aborda da manera sistemática sus propiedades lo encontramos en el libro «El Lapidario» de Alfonso X, El sabio, publicado en el siglo XIII, donde se recopilan las cualidades curativas de las diferentes gemas, valoradas desde entonces.

Las culturas orientales también recurren a su poder natural de curación, como ha ocurrido en China desde la antigüedad, cuando ya se utilizaban minerales para estimular la vibración energética. Incluso esto lo vemos en la actualidad en su medicina tradicional.

A continuación, daré más detalles de estas cualidades de los cristales.

Curar con cristales

Uno de los principios de la cristaloterapia considera que, al formar parte de nuestra composición química corporal, los minerales y las células de nuestro organismo reaccionan al electromagnetismo de los cristales y esto se transforma en energía curativa.

Por otro lado, contempla que todas sus propiedades físicas acumuladas, si tomamos en cuenta que algunas tardan millones de años en formarse, tranformarán positivamente nuestro organismo.

No olvidemos que la conformación de estos cristales involucra todo un proceso químico que fusiona sus elementos y genera gemas de colores brillantes, muchas de ellas de aspecto poliédrico definido, que incrementa su belleza y, por lo tanto, su valor.

De acuerdo con esta alternativa, esos colores también irradian diversas gamas de frecuencias en el campo magnético que pueden generar un equilibrio en el espectro del ser vivo que tengan cerca.

También los colores importan.

chakra

¿Cómo funciona la cristaloterapia?

Cada tipo de cristal tiene sus propias vibraciones energéticas y ninguno las transmite de la misma manera.

Por ello los especialistas deben conocer cómo manipularlas para conseguir la sanación y protección de la persona.

De manera general, la cristaloterapia consiste en colocar una piedra específica en un punto energético determinado del cuerpo para realizar así una limpieza y reactivación de energía.

Estos puntos coinciden con lo que en los antiguos Vedas, de las antiguas escrituras hindúes, se conoce como chakras, es decir, siete zonas específicas por donde fluye nuestra vibración vital, como el chakra raíz, el sacro, el plexo solar, el corazón, la garganta, el tercer ojo y la coronilla de la cabeza.

Otra manera de aplicar la cristaloterapia consiste en complementarla con la meditación, pues al alcanzar un alto grado de concentración, y relajarnos en el proceso, se maximiza la transmutación energética con la de los minerales.

En estos casos, durante la terapia, los cristales más utilizados son los cuarzos transparentes.

Además de las sesiones terapéuticas, quisiera comentar que también se pueden portar los cristales permanentemente a través de una joya artesanal, a manera de pulsera o collar, de acuerdo a las necesidades de cada persona.

Una piedra para cada necesidad

El uso terapéutico de los cristales dependerá de sus cualidades químicas y su vibración energética.

Entre los más reconocidos por sus propiedades curativas están:

  • Cuarzo: Además de sanar, protegen y controlan la vibración energética, por su gran resistencia son usados en joyería, relojería y como amuletos.
    Sus cualidades también varían de acuerdo a su color, por ejemplo, el cuarzo rosa libera las emociones contenidas, mientras que el cuarzo ahumado eleva la energía para abarcar los diferentes niveles de la persona.
  • Ágata: Asientan las energías y equilibran el estado físico y emocional. Armonizan así de manera positiva y negativa, por lo que funcionan para calmar el ánimo y reducir emociones como la ira.
  • Amatista: Una piedra de bello color morado que alivia los dolores físicos, ayuda contra el insomnio y limpia el aura.
  • Jade: Apreciada su por color particular, se valora desde tiempos ancestrales porque ayuda a relajar el sistema nervioso y armoniza las situaciones de estrés; además, se considera de buena fortuna.
  • Obsidiana: Aunque no es un mineral como tal, se reconoce por ser una piedra protectora que absorbe las vibraciones negativas del entorno.
    También revitaliza el espíritu y estimula el crecimiento para crear desde la autenticidad.


Clasificación según su forma

De acuerdo a la forma que tengan se clasifican de la siguiente manera:

  • Punta: Los minerales que tienen esta forma conducen la energía, si apuntamos al exterior se canalizará el exceso energético del cuerpo, pero si apuntamos al interior este se recargará de vitalidad.
  • Tabular: Con las caras del cristal planas y anchas, se recomiendan para meditar pues aclaran pensamientos y emociones.
  • Geodas: Tienen forma de cueva y en su interior pueden contener pequeños microcristales de ágatas, ópalos, amatistas o cuarzos. Por esto, tienen una frecuencia interior que se mantiene vibrante y constante.
  • Ovoide: Son ideales al iniciar un proceso creativo o también simbolizan la fertilidad.
  • Rutilado: Son un tipo de cuarzo que contiene un mineral llamado rutilo que potencia la propiedad curativa del sol y genera una sensación de abundancia y prosperidad.

chakras

Al finalizar una sesión de cristaloterapia, las piedras pueden limpiarse al pasarlas por el humo de un incienso mientras se invoca su purificación, o bien, se dejan a la intemperie para que reciban la luz de la luna llena. Las alternativas para limpiarlas dependerá de su composición.

En este texto acabo de presentar una pequeña parte del vasto mundo de los cristales, un universo terrenal que ha sido explorado a lo largo de la historia de la humanidad, pero que en épocas recientes se ha minimizado en su aspecto terapéutico en pro de un pensamiento racional que desecha todo el conocimiento milenario que no cuadra con su lógica.

Si se desea acercarse de manera espiritual a la naturaleza, la gemoterapia es una gran opción.

Te recomiendo informarte para encontrar al terapeuta indicado que tendrá la piedra adecuada para tu necesidad y el tratamiento más conveniente.

Con el trabajo y las responsabilidades cotidianas es inevitable que en algún momento de la vida experimentemos cierto grado de estrés y ansiedad.

Dado que esto puede tener gran repercusión en la salud, es necesario aprender a controlar nuestros niveles de tensión. Por ello, conviene practicar la respiración consciente.

La cual permite obtener un mayor control al respirar y contribuye a nuestro bienestar integral (cuerpo, mente y espíritu).

Se trata de una técnica natural, segura y fácil de aprender, que ayuda a liberar los bloqueos y a transformar nuestra vida y energía.

8 maneras de practicar la respiración consciente

A continuación, te presento algunas técnicas sencillas y poderosas para lograr un mayor control sobre la respiración.

Estas contribuirán a ver cómo este acto puede cambiar el estado de ánimo y mejorar muchas funcionalidades del cuerpo.

1. Respiración para concentrarnos y eliminar tensiones

Con este ejercicio comenzaremos a enfocarnos solo en nuestra respiración y lograremos una mayor consciencia de nuestro propio cuerpo:

  • Respiramos con toda la suavidad que nos sea posible.
  • Inspiramos en pausas largas y poco profundas por la nariz, inhalando y exhalando mientras nos volvemos conscientes de todos los pensamientos que pasan por nuestra mente.
    Imaginemos que justo al lado hay arena.
    Deberemos respirar tranquilamente para no levantar ninguna corriente de aire que pueda esparcir esa arena.
  • Relajamos poco a poco el cuerpo.
  • Seguimos practicando respiraciones largas y lentas, tranquilamente y sin agitarnos.
    Mantenemos la paz interior, mientras cerramos los ojos lentamente. Esto funciona muy bien cuando estamos bajo tensiones o con estrés acumulado.

 

respiración

2. Respiración para mejorar la memoria

Este ejercicio resulta idóneo cuando tenemos problemas de memoria. Los pasos que debemos seguir son los siguientes:

  • Tomamos aire y lo retenemos.
  • Debemos sentir cómo el estómago se infla. Los hombros se relajarán poco a poco.
  • Hacemos un esfuerzo por mantener el aire y después vamos soltándolo sin apresurarnos. Repetimos este proceso, al menos, tres veces.

3. Respiración para obtener una relajación profunda

Para esos días de trabajo intenso y estresante, sugerimos realizar esta respiración, la cual nos hará sentir mejor:

  • Primero, respiramos por la nariz y expulsamos el aire por la boca.
  • Al acabar la exhalación, hacemos una pausa y esperamos hasta que sintamos la necesidad de iniciar la siguiente inhalación. No es necesario apresurarnos, podemos tomarnos nuestro tiempo.
  • Cada respiración debemos llevarla a cabo a través de la nariz, con tranquilidad.
  • Cuando sintamos que ya no podemos inhalar más aire, comenzamos a liberarlo lentamente por la boca.
  • Manteniendo la boca abierta y relajando la mandíbula, realizamos una breve pausa y esperamos hasta que vuelva la necesidad de respirar de nuevo.
  • Seguimos así, de una o tres respiraciones. El tiempo entre una y otra respiración será un momento de relajación para nuestro cuerpo.
  • Repetimos el ejercicio cuantas veces sea necesario y concentrándonos en un área concreta del cuerpo, aquella que necesitemos relajar.
  • Respiramos con este ritmo varias veces.

4. Respiración para tener un buen descanso

Podemos realizar este ejercicio justo antes de acostarnos para mejorar la calidad de nuestro sueño:

  • Tocamos el paladar con la punta de la lengua.
  • Inhalamos lentamente por la nariz durante cuatro segundos y retenemos por siete segundos.
  • Exhalamos el aire por la boca, a modo de soplido, durante ocho segundos.
  • Repetimos estos pasos cuatro veces.

 

respiración

5. Ejercicio de oxigenación integral

A modo de advertencia, este ejercicio puede provocar hiperventilación.

Si nuestro organismo no está acostumbrado a un nivel tan alto de oxígeno, no nos preocupemos, simplemente paramos y respiramos nuevamente a un ritmo normal.

Para obtener mejores resultados, recomendamos hacerlo justo al levantarse o cuando aún se tiene el estómago vacío:

  • Nos sentamos cómodamente en una superficie plana. Mantenemos una postura recta.
  • Inhalamos por la nariz y exhalamos en periodos cortos e intensos. Imaginamos que estamos inflando un globo.
  • Cerramos los ojos y volvemos a hacerlo unas treinta veces. Seamos cuidadoso, ya que podríamos sentir cierto mareo debido a la cantidad de oxígeno.
  • Inhalamos profundamente.
  • Dejamos salir el aire y aguantamos todo el tiempo que podamos sin que lleguemos a sentirnos incómodos.
  • Inhalamos profundamente una vez más, sintiendo cómo se infla el vientre. Aguantamos la respiración unos diez segundos.
  • De este modo, habremos concluido el ejercicio. Podemos repetir todo el ciclo nuevamente tres veces, empezando por el ejercicio en el que exhalamos el aire como inflando un globo y acabando con la inspiración con retención de diez segundos.
  • Respiramos pausadamente y a nuestro ritmo.

 

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6. Relajación de garganta

Te aconsejo realizarlo cuando sentimos alguna molestia en la garganta:

  • Mientras absorbemos el aire, llevamos la cabeza hacia atrás con suavidad.
  • Al expulsar el aire, llevamos lentamente la cabeza hacia adelante. Mientras hacemos ese movimiento, abrimos la boca y sacamos la lengua hacia abajo. Exhalamos el aire haciendo ruido.

7. Respiración para equilibrar la mente

Si necesitamos aclarar la mente antes de un examen o realizar alguna tarea que demande mucha concentración, podemos hacer lo siguiente:

  • Cerramos uno de los orificios de la nariz con un dedo y comenzamos a respirar lentamente con el que queda destapado. Respiramos contando hasta ocho.
  • Mantenemos el aire por cuatro segundos, tapamos la otra fosa nasal y exhalamos el aire lentamente por la boca, contando hasta ocho.
  • Realizamos una pausa de cuatro segundos.
  • Cambiamos de fosa nasal en cada exhalación.

8. Respiración de reconexión

Este ejercicio es muy poderoso y es probable que provoque hiperventilación, por lo que puedes parar en cualquier momento:

  • Respiramos hondo y profundamente, sin pausas ni interrupciones durante algunos minutos.
  • Inhalamos el aire y expiramos.
  • Cuando estemos terminando de sacar todo el aire, enlazamos con otra inhalación.
  • Este ciclo se repite una y otra vez, sin obstáculos, creando un círculo virtuoso de respiración.

En resumen, estas son algunas de las muchas técnicas que podemos utilizar para mejorar la oxigenación del cuerpo, y con ello nuestra salud.

Podemos practicarlas cuantas veces deseemos hasta dominarlas.

No nos agobiemos si no salen bien al inicio, es cuestión de constancia. Resulta conveniente que esta actividad se complemente con otros ejercicios de relajación, mindfulness…

Si tienes alguna duda puedes contactar y te daré todos los detalles para que tus ejercicios sean realmente efectivos y placenteros para ti.

Desde pequeños, una de nuestras aspiraciones como seres humanos es tener la libertad de poder hacer y decidir sobre nosotros y nuestras acciones en el entorno.

En nuestro caso, al llegar a la vida adulta, las circunstancias nos limitan para realizar todo aquello que deseamos, es decir, no somos libres del todo.

Sin embargo, existe una postura de vida que me ha permitido elegir cómo quiero vivir a pesar de hacerlo en condiciones anodinas o límite.

Me refiero a la llamada “libertad interior”, ese espacio interno en todo ser humano que me ha permitido decidir desde mi voluntad la manera de abordar las diferentes situaciones que se me presentan.

Nadie puede ingresar a ese lugar, ni puede tocarlo.

Pero es seguro que forma parte de la condición humana y lo reconozco cuando, sin importar el contexto, insisto en mantener una actitud firme y digna que me permita continuar por el camino de mi elección.

Un espacio de conexión interior

En ese aspecto importa la capacidad que tengo para conectar conmigo mismo, con mis deseos, gustos, experiencias y expectativas; importa escucharme y anteponer mi voz a las voces o al ruido que provienen desde el exterior.

Es decir, respetar mi autonomía como ser humano y, por lo tanto, mi dignidad.

Ese espacio personal, digno y autónomo, resulta indestructible. De manera personal, puedo acudir a él en situaciones cotidianas.

Por ejemplo, cuando enfrento conflictos en mi espacio de trabajo o de estudios y asumo una postura acorde a mis valores, sin importar las consecuencias o los juicios; aunque también ha fluido en las grandes crisis humanitarias de la historia, tal como ocurrió con quienes vivieron en los campos de concentración alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.

libertad

Descubrir el sentido de vida para ser libre

Cuando afirmo que el ser humano tiene la posibilidad de decidir aún en situaciones extremas retomo la propuesta del psiquiatra Viktor Frankl, quien vivió en los campos de concentración nazis y atestiguó cómo, a pesar de los innumerables actos de crueldad por parte de los miembros de ejército, muchos de los presos se aferraron a sostener y expresar su humanidad a pesar de su decadencia física y de la constante amenaza de morir, algo que identificó como una responsabilidad ante la vida.

Por ello, en su libro «El hombre en busca de sentido» habló de la existencia de una libertad última, es decir, la capacidad de generar pensamientos, sensaciones y decisiones conscientes sobre nuestra existencia, independientemente del contexto.

Algo que nadie nos podría quitar.

Esta posibilidad de generar nuestro bienestar no aparece o desaparece de acuerdo a las circunstancias, pues se trata de una postura de vida en la que lo importante no son las situaciones que nos ocurren, sino cómo actuamos frente a ellas.


Una conciencia que te guia

Recordamos «La vida es bella», una película italiana que aborda el mismo hecho sobre la vida al interior de los campos de concentración.

En ella, un padre es aprehendido por los alemanes junto con su pequeño hijo a quien procura proteger del horror vivido en ese lugar.

Para ello, se vale de toda la esperanza, alegría, humanidad y, sobre todo, del amor que siente por él para contarle historias que le permitieran vivir lo mejor posible hasta su liberación.

Como ese, existen otros personajes inspiradores en la ficción y también en nuestro entorno: se trata de aquellas personas que han hecho conciencia de su autonomía, del sentido que existe en el hacer y el pensar desde la convicción, el amor y la dignidad.

libertad

A partir de ello, deciden cómo será su actuar en el mundo en cada momento, propositivo, activo o contemplativo; en cualquier caso, tendrán una razón para proceder así.

La libertad se siente desde adentro

Pero ¿de dónde ha surgido esa posibilidad de sentirme más libre al interior que en el exterior? Sin duda, al preocuparme por cultivar y conectar con mi mundo interno, tengo mayor posibilidad de reconocer esa sensación, pues mis pensamientos van más allá de una búsqueda inmediata de satisfacción o reconocimiento.

Es decir, busco liberarme de cualquier miedo, aprehensión o discurso externo y solo aspiro a ser yo mismo, incluso más allá de mi ego, solo a través de mi conciencia.

Esto lo logro de diversas maneras, algunas pueden ser a través de lecturas y meditaciones que alimenten e iluminen mi espíritu y que me hagan consciente de que cada situación y cada persona se me presenta para aportarme algo; de que puedo maravillarme con el simple hecho de ver el amanecer o la sonrisa de mis hijos.

No pretendo intelectualizar el proceso, solo comprender nada más que mi propio ser.

Es importante que esta propuesta no se confunda con el egoísmo, pues no se trata de vivir aislado del resto de las personas sin importarme su bienestar.

Más bien pretendo acercarme y escucharme a mí mismo para relacionarme de una manera más sana con los demás.

libertad

Un universo que nos acompaña internamente

Existe un relato breve titulado «El loco», del escritor libanés Khalil Gibrán, en el que dos personas conversan con un ciego de nacimiento y una de ellas le pregunta sobre el origen de su sabiduría, a lo que él responde «Soy astrónomo [y llevándose las manos al pecho, dijo] observo todos estos soles, y estas lunas, y estas estrellas».

Es necesario creerlo, todos llevamos un universo en nuestro interior.

Dice el filósofo hindú Jiddu Krishnamurti que, al vivir en este mundo, el ser humano tiene como único reto conseguir su libertad interior (a la que también llama psicológica), ya que, de no hacerlo, se generarían caos y numerosos conflictos desde nuestro mundo personal y eso se reflejaría de manera inevitable hacia el exterior.

Por ello, al conseguir esa libertad he experimentado una sensación de ligereza, de plenitud y el fortalecimiento del espíritu que me permite ver con claridad el sentido de mis actos y la belleza en mi cotidianidad presente.

Tomar mis propias decisiones, recorrer la ruta que decidí, actuar desde el amor y atender lo que me dice mi voz interior es mi manera de trascender, de darle dignidad a mi vida, de darle auténtica libertad.

Tener vínculos con elementos, personas e ideas que no nos aportan sino que nos perjudican, nos hace vivir limitados.

Y, definitivamente, no es propicio para la ligereza, la libertad y la sensación de que puedo vivir como quiero.

Es más: pierdo el tiempo aferrándome a algo que debería haber dejado hace mucho tiempo, en lugar de dejar espacio para cosas que realmente me convienen.

Esta es una de las decisiones más difíciles: ¿dejar ir o esforzarse más por mantenerlo?

Si me hago esta pregunta es hora de dejarlo ir.

Me gusta adentrarme en nuevas experiencias, pero, a medida que se vuelven menos interesantes con el tiempo, aprendo a dejarlas ir sin remordimientos, en lugar de aferrarme a ellas cuando son únicamente un lastre innecesario.

Dejar ir puede ser una prueba de amor

Dejar ir no significa deshacerse de. Dejar ir significa dejar ser. Cuando dejamos ser con compasión, las cosas van y vienen por sí solas”. Jack Kornfield.

Aferrarse al dolor no soluciona nada.

Reproducir el pasado una y otra vez no lo cambia, y desear que las cosas fueran diferentes no lo hace así.

En algunos casos, especialmente cuando se trata del pasado, todo lo que yo puedo hacer es aceptar lo que sea a lo que me aferro y luego dejarlo ir.

Así es como todo cambia. Hay que dejar ir lo que me está lastimando, incluso si siento que es casi imposible.

vínculos

Consejos para saber decir adiós a los vínculos

Es difícil dejar atrás el pasado, una mala relación, rencores u otro tipo de vínculo.

Estos consejos pueden ser de gran ayuda:

  • Comprender que los vínculos que pensamos que tenemos son otros a los que realmente tenemos.Hay que aceptar lo que soy en este momento y la forma en que son las demás personas también.A medida que pasa el tiempo, debemos aprender que las cosas no siempre salen según lo planeado; en realidad, casi nunca suceden.

    Tomar consciencia de nuestras acciones y de nuestras decisiones nos ayuda empoderarnos.

  • Aceptar que las cosas pueden cambiar. Hay que dejar de desear que las cosas vuelvan a ser como antes.Hay que estar en el momento presente. Aquí es donde sucede la vida. No se puede cambiar el pasado; solo se pueden tomar decisiones hoy para ayudarnos a lograr un mejor futuro.
  • No hay que vivir encadenado cuando uno tiene la llave. A veces se vive con creencias autolimitantes que dejamos que definan quién somos.Podemos llegar a pensar, “¡yo nunca podré hacer eso!” o, “¡yo no soy capaz de hacerlo !” Si realmente creemos eso, nunca lograremos nuestros objetivos.Deberíamos abrir nuestra mente y pensar en nosotros. Habrá mucha gente que quizá nos diga que no podemos hacerlo.
    Depende de nosotros liberarnos de cargas y creencias y demostrar que están equivocados.
  • Dejar ir la idea de que podemos controlar las acciones de los demás. Realmente solo tenemos el control sobre nosotros mismos y sobre cómo actuamos.
  • No hemos de tomar demasiado en serio las situaciones que nos presenta la vida. Esto permitirá que nos relajemos y disfrutemos de las experiencias vitales. Nos riamos de nosotros mismos y relativicemos lo que sucede a nuestro alrededor.
  • Llevar a cabo lo que nos da miedo. Esta emoción impide hacer muchas cosas porque cierra nuestra mente a las posibilidades del futuro y nos encierra en la zona de confort.La mayoría de los miedos provocan dudas, como: “qué pasaría si”…, lo que nos aprisiona con el tiempo. Si nos esforzamos para salir de la zona de confort, no tememos a la frustración o al fracaso, más disminuirá el miedo paralizante.
  • Expresar lo que a uno le funciona. Encontrar la voz y compartir con los demás lo que pensamos y sentimos, nos ayuda a sentirnos bien con nosotros mismos y a validar nuestras emociones, recibiendo la aprobación o los consejos de los demás.

    Compartir es enriquecernos y nos ayuda a crecer y evolucionar.

    vínculos

  • Solo preocuparme por lo que pienso de mí. Deberíamos liberarnos del estar controlados por lo que crean los demás de mí.Y comenzar a priorizar el cómo nos sentimos con nosotros mismos. No podemos vivir sanamente si vivimos para lograr la aprobación de los demás.
  • Permitirnos tener emociones negativas. Ya sea porque hemos perdido a un ser querido por muerte o por una ruptura, hay que honrar su partida.
    Intentar ignorar o esconder las emociones negativas extenderá el sufrimiento.La pérdida de los vínculos es difícil de experimentar, y está bien permitirse el dolor y la tristeza. Es importante sentir y pasar por el proceso de duelo para que se pueda seguir adelante.Podemos pedir un acompañamiento profesional que nos ayudará a transitarlo.
  • Dejar espacio para los errores. Cometer un error o decir algo incorrecto ¡Está bien! No nos convierte en estúpidos decir algo incorrecto o fuera de lugar: nos hace humanos y, a veces, incluso divertidos.
  • Aprender a perdonar. El resentimiento y la falta de voluntad para perdonar nos mantendrán encerrados en el pasado y nos impedirán seguir adelante con la vida.

Los beneficios de aprender a soltar, eliminando los vínculos tóxicos

Entonces, ¿por qué deberíamos aprender a dejar ir?

Hay una variedad de razones. Entre ellas están la libertad, el crecimiento personal y la mejora de nuestras relaciones:

  • Libertad. Aprender a soltar conduce a la libertad. Cuando aprendemos a dejar ir, podemos liberarnos de las fuentes de dolor y sufrimiento que probablemente nos  estén frenando en nuestra evolución.
  • Mejores relaciones. Una relación sana es aquella en la que ambas partes tienen la confianza para mostrarse cómo son sin máscaras.Si somos conscientes de que respetamos a las personas tal como son sin pretender moldearlas, apartando de nuestras vidas la necesidad de control y las creencias heredadas, podemos atraer a personas más sanas a nuestra vida.
  • Crecimiento personal continuo. Si nos aferramos a algo, no podemos avanzar.
    Si seguimos apegados a los pensamientos que invaden nuestro diálogo interno, permaneceremos atrapados en el pasado.
    La vida es constante cambio y hemos de poder fluir con todo lo nuevo que se nos presenta.

Tras la lectura, es clave ver la importancia de tratar de evitar quedarnos anclados en los vínculos que nos impiden lograr la mejor experiencia vital.

Son las ideas negativas sobre nosotros mismos y nuestros juicios sobre lo que sucede, lo que se interpone en el camino de lo que realmente queremos ser.

Ser capaz de soltar requiere un fuerte sentido de nosotros mismos, lo que nos da la capacidad de aprender y crecer a partir de las experiencias.